Salud

Movimiento No Fap, la fuerza del antiporno

Movimiento No Fap- 1

En pleno siglo XVIII, cuando la ciencia y la medicina estaban logrando avanzar a pasos agigantados después de una época de gran oscurantismo, un médico suizo llamado Tissot se hizo célebre por sus arengas en contra de la masturbación. Porque, por si acaso el lector no lo intuía, los hombres de aquella época también se masturbaban. Y de hecho, es probable que lo hicieran más a menudo, y con más imaginación, que los de nuestra generación. El caso es que el tal Tissot aseguraba que la masturbación no solo era perniciosa, sino que llegó a catalogarla de enfermedad mental que debilitada la salud y la moralidad masculina. Una visión bastante cerrada que, con el tiempo, se ha tornado irrisoria… o tal vez no tanto. Mientras la mayoría de estudios científicos han demostrado que masturbarse no solo no es negativo, sino que puede tener efectos muy positivos en nuestros cuerpos, hay también tendencias que giran hacia la otra dirección.

En pleno siglo XXI, uno casi no puede entrar en Youtube sin encontrarse, aunque sea de pasada, algún video sobre el movimiento NoFap. Se trata de una tendencia que no es nueva, como ya hemos comprobado, pero que en los últimos tiempos ha tomado mucha fuerza gracias a su expansión por la red. Internet ha traído muchas cosas maravillosas, pero sigue siendo también un gran altavoz para todo tipo de opiniones, fundadas o infundadas. Para los amantes del movimiento NoFap, la masturbación sigue siendo algo prohibido, algo que no se debería llevar a cabo. Y no estamos hablando de rebajar el número de momentos onanísticos, sino de reducirles a cero. ¿Con qué fin? Recuperar la hombre, la virilidad y la masculinidad que, según estos gurús, el porno y el autoplacer nos han arrebatado. Aunque las peregrinas ideas de que la masturbación provoca ceguera o acné ya parecen suficientemente rebatidas, los defensores del NoFap se agarran a esa falta de testosterona de los hombres actuales, achacándola a un abuso del onanismo. El movimiento se hace cada vez más grande en Internet y son muchos los que aseguran que les ha cambiado la vida pero, ¿de verdad funciona eso de no masturbarse para obtener más virilidad?

En contra de la masturbación

No sabemos cuándo descubrió el hombre la masturbación, pero tomando nota del mundo animal, es posible que ni siquiera fuera nuestra especie la que empezara esta placentera práctica. Es un disfrute natural no solo para el ser humano, sino para otras muchas especies, que encuentran en él un desahogo sexual importante. Por supuesto que, llevada a un extremo, la masturbación puede ser perniciosa, como cualquier otra cosa en la vida. Sin embargo, los estudios han demostrado que masturbarse ayuda a liberar tensiones, es una manera de conocernos mejor sexualmente, y por si fuera poco, sirve para “limpiar” nuestros conductos genitales. Tanto para hombres como para mujeres, aunque en el caso de las chicas la masturbación siga siendo un tabú incluso más grande, los beneficios son claros. Entonces, ¿por qué ir en contra de esta práctica?

Los supuestos problemas que provoca el porno

A día de hoy, la masturbación se relaciona directamente con la pornografía. O más bien deberíamos decir que la pornografía se relaciona con la masturbación, ya que siendo sinceros, la principal misión de este tipo de contenido es generar precisamente deseo en el espectador. Un deseo que le lleve a querer tener sexo, o al menos, a darse placer. Hay parejas que ven porno para ponerse a tono, y es algo cada vez más habitual, en tanto que el propio tabú sobre la pornografía está desapareciendo. Pero a la par aparece un movimiento como el NoFap, que promueve precisamente que el porno es una auténtica droga para nuestro cerebro, y deberíamos evitarlo a toda costa. En este caso, los defensores de esta teoría sí que llevan parte de razón. La pornografía, especialmente a edades tempranas, puede suponer un verdadero quebradero de cabeza para los jóvenes.

Y es que el porno se vende como sexo real cuando no lo es. Una persona adulta, que ya ha tenido experiencias sexuales previas, sabe entender la diferencia clara que existe. Sin embargo, un joven cuya única referencia es el propio porno se quedará con la idea de que eso es lo que hay que hacer cuando estás con una mujer. Y de ahí viene luego una tremenda frustración a la hora de tener un sexo de calidad, al punto que muchos casi prefieren masturbarse a estar con una pareja. Son incapaces de dejar de relacionar el porno con el buen sexo, y la frustración por no llegar a ese punto como los actores hace que muchas veces las experiencias sexuales sean pésimas. El porno, además, genera en el cerebro una serie de reacciones que pueden llegar a hacernos casi “inmunes” al deseo natural.

Generaciones excesivamente sexualizadas

Entender la pornografía como una droga tampoco es una idea moderna, pero sí que lo es el acceso que hoy por hoy se tiene a este tipo de contenido. Antes se avisaba de que la pornografía podía ser destructiva para la moral de los jóvenes. Hoy por hoy la moralidad ha pasado a un segundo plano, pero se pone el foco en cómo el porno puede generar una situación descompensada en la mente juvenil. Estamos muy sexualizados a estas alturas, porque tenemos acceso a todo el porno del mundo a tan solo un click. Es una situación que no parece que vaya a cambiar próximamente, y que tampoco estamos sabiendo controlar. La adicción al porno es cada vez más real entre muchos jóvenes, como lo es también la adicción a redes, por ejemplo.

El movimiento NoFap previene de ese tipo de contenidos por todo lo que pueden generar en nuestro cerebro. Y es cierto que hay estudios que tienden hacia ese peligro, como veremos al final, pero tampoco es necesario llevar la situación a ese extremo. Beber alcohol también es malo, pero si solo tomamos un par de cervezas un día de fin de semana no nos pasará nada, siempre que lo hagamos con moderación. El problema es tener adicción al alcohol, al tabaco, al sexo o a cualquier droga, al punto de que nuestra vida se ve supeditada a ello. Si el porno nos limita, si de verdad nos hace disfrutar menos al tener sexo de verdad, si nos condiciona a buscar cierto tipo de parejas, por ejemplo, sí que se ha convertido en un problema.

Qué dice la ciencia sobre no masturbarse

La ciencia no expone directamente que la masturbación en sí sea negativa. De hecho, como ya hemos explicado, los estudios afirman que masturbarse una vez al día puede ser incluso beneficioso, y no habría ningún problema en ello. Es una parte natural de nuestra salud sexual y como tal debemos entenderla. Sin embargo, el exceso de masturbación, algo también natural a ciertas edades, puede ser contraproducente. Todavía se están estudiando los efectos de la masturbación excesiva en los niveles de testosterona en los hombres, un indicador que, igualmente, tampoco es que nos condicione al punto que claman los NoFapers. La testosterona es una hormona masculina importante en nuestro desarrollo, pero no tener niveles altos tampoco significa que vayamos a estar peor.